Entre estanterias {Danielle S.}

Aquella mañana había sido un verdadero asco, yo que usualmente no hacía nada, me vi obligada a trabajar en una cantidad de ensayos y pergaminos para los profesores, estaba harta, necesitaba escpar un rato, así que me deshice de mi uniforme y me puse mi ropa muggle, un sweater que me quedaba demasiado grande, lo suficiente para tapar hasta la mitad de mis muslos, calcetines grises y altos y mis botas martens. Tomé rumbo hacia el gran salón pero terminé desviandome a la biblioteca, más tranquilo.
Fui hasta el fondo, donde casi nadie, solo a los pocos que realmente disfrutamos una lectura ibamos, donde los libros más raros estaban, saqué un gran libro de cubierta vinotinto y comenzé a leer, encendí un cigarro y le dí una calada, cuando escuché un tos suave. "Es imposible lo acabo de encender" pensé cerrando el libro y asomandome entre las estanterías, fue ahí cuando lo vi, Remus J Lupin, uno de los "Merodeadores" se encontraba ahora iluminando un libro con su varita.
-Que no te vea Madame Pince- susurré levemente -Creerá que encantas sus libros- dije antes de darle otra calada suave al cigarro que tenía entre mis dedos.

-Danielle Sparks- le conteste dejando escapar una sonrisa ladeada, me agradó su respuesta, sencilla pero con el toque justo de, a falta de una mejor palabra "arrogancia".
Me recargué sobre la única pared donde no había una estantería, estabamos basicamente en la parte más profunda de esta enorme biblioteca, le dí una última calada al cigarrillo que sostenía entre mis dedos antes de apagarlo con la suela de mi bota.
-Remus cierto?, qué te trae a las profundidades de la biblioteca?- pregunté curiosa mirandole a los ojos -En especial solo, tenía entendido que siempre te la pasabas con Potter y Black- dije a la vez que instintivamente halaba el enorme sweater que utilizaba como un improvisado vestido. Mientras esperaba su respuesta me tomé la libertad de "examinarlo" lo recorrí con la mirada en apenas unos segundos dejando escapar nuevamente una pequeña sonrisa.

Sabía por la tonalidad que habían adquirido sus mejillas que se había dado cuenta de lo que estaba haciendo, le sonreí a manera de disculpa, una sonrisa que decía "Lamento que me hayas atrapado, no lamento haberlo hecho".
-Si, he oido cosas de ellos- admití, todo el mundo hablaba de ellos, a mi particularmente no me llamaban la atención, realmente esta era la primera vez en mis 6 años en el colegio que me topaba con alguno de ellos, recorrí el lugar con la mirada reparando en su libro.
-Qué lees?- pregunté curiosa ya que no reconocía la cubierta del libro, y eso tomando en cuenta que pasaba mucho tiempo acá, estudiando? no, estos libros eran más como un placer culpable, y bueno si volvía a toparme con este chico comenzaría a dejarlo únicamente en placer.